Francisco Ben, oriundo de Bragado, y su socio Franco De Estéfano desarrollaron bombillas hechas con tallos de trigo. El proceso de producción arranca en el campo y termina en Capital Federal.
Un invento 100% natural, sustentable y argentino está dando que hablar en el país y América Latina: se trata de un sorbete fabricado con tallos de trigo que no se dobla ni se desintegra al contacto con el agua. El proyecto es obra de Franco De Estéfano y Francisco Ben, este último nacido en Bragado, donde comienza la cadena productiva del innovador producto.
Ambos jóvenes se conocieron estudiando agronomía y, con un espíritu emprendedor y comprometido con el medioambiente, se propusieron crear una alternativa real y sostenible a los sorbetes de plástico, papel y cartón. “Conocimos el producto porque ya se comercializaba en Asia. Empezamos a investigar y no entendíamos cómo nunca antes se había hecho”, contó De Estéfano.
El proceso arranca en Bragado, donde cosechan el trigo. Luego, los tallos son seleccionados, cortados, esterilizados, secados y empaquetados en Capital Federal. Cada bombilla es única, porque no hay dos plantas iguales y el corte no se puede automatizar.
“El tallo es lo que nos importa, y es la solución frente al papel y el cartón. Al ser todo 100% natural, el proceso es lento y complejo”, explicó el agrónomo.
Tras superar múltiples trabas burocráticas, los jóvenes ya colocaron su producto en el mercado argentino con una marca “ruidosa, memorable y direccionada”. Franco expresó que la repercusión fue “buenísima” y se mostraron optimistas de cara al futuro: en 2026 proyectan exportar a países limítrofes.
“Podemos y debemos hacer de todo en la Argentina, tenemos con qué”, afirmó De Estéfano con entusiasmo, celebrando no solo el éxito del emprendimiento, sino también el impacto ambiental positivo que genera.
