El Consejo del Salado advierte que la detención de los trabajos en el tramo IV.2 afecta el normal flujo del cauce y genera perjuicios a los productores linderos. Reclaman la reanudación inmediata.
El Consejo del Salado ha emitido una advertencia sobre la paralización de las obras de dragado del río Salado, enfatizando la urgencia de retomar los trabajos interrumpidos en la etapa IV.2. Según la entidad, la falta de finalización de este tramo representa un cuello de botella en medio de los más de 400 kilómetros ya dragados desde Samborombón hasta Bragado.
Alberto Larrañaga, presidente del Consejo Honorario del Plan Maestro del Salado, expresó su preocupación y señaló que “no podemos aceptar que las obras del Salado se paralicen por falta de financiamiento cuando el Fondo de Infraestructura Hídrica tiene millones de pesos inmovilizados en el Banco Nación”.
Desde la entidad explicaron que habían advertido sobre la posible interrupción de las obras y realizaron gestiones ante el Ministerio de Economía de la Nación, la Jefatura de Gabinete y la Subsecretaría de Infraestructura Hídrica para evitar la detención de los trabajos, sin obtener respuestas satisfactorias.
Un tramo crítico sin intervención
El tramo IV.2, que abarca aproximadamente 30 kilómetros entre la ruta 205 en Roque Pérez y el puente que conecta 25 de Mayo con Lobos, ha quedado sin dragado, lo que genera un estrechamiento del cauce. Según explicó Larrañaga, esta situación “con la crecida del río, causa graves perjuicios a los linderos y dificulta la conducción de aguas desde río arriba”.
El dirigente también resaltó que el gobierno nacional había categorizado estas obras como prioritarias en sus evaluaciones, por lo que resulta inexplicable la paralización actual. “A mediados de 2024, parecía que la marcha del dragado se normalizaba, pero luego se fue ralentizando hasta llegar a la situación actual de paralización total, justo en medio de inundaciones”, explicó.
Reclamo urgente y pedido de solución
El Consejo del Salado insiste en que la situación debe resolverse con urgencia para evitar mayores daños económicos y ambientales en la región. “Cada parate de la obra impacta negativamente sobre la viabilidad de avance del Plan Maestro del Salado. Por eso, reclamamos que esto se solucione a la brevedad y no se eternice en el tiempo”, concluyó Larrañaga.