El dato más duro: la pobreza infantil alcanza el 70%.
En el primer trimestre de 2024, la pobreza en Argentina ha escalado alarmantemente al 54,8%, según los datos más recientes de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del INDEC. Este aumento significativo se atribuye a una combinación de devaluación, ajustes económicos y la caída del salario real, impactando a 25,5 millones de personas. Hace apenas un año, la tasa de pobreza era del 38,7%.
La situación es aún más grave para los niños, con la pobreza infantil cerca del 70%. De los 11 millones de menores de 14 años, 7,7 millones viven en hogares pobres y 3,3 millones en situación de indigencia. Esto significa que entre 7 y 8 de cada 10 niños menores de 14 años están en hogares pobres, y 3 de cada 10 son indigentes.
El impacto de la devaluación de diciembre, junto con la inflación y el aumento de los precios de las canastas básicas, ha provocado un aumento considerable en la pobreza. En solo un trimestre, la indigencia aumentó del 13,8% al 20,3%, y la pobreza general pasó del 44,9% al 54,8%, afectando a 4,7 millones de personas más, de las cuales 2,8 millones cayeron en la indigencia.
La pobreza no solo afecta a los desempleados. Trabajadores registrados, no registrados y por cuenta propia también están sufriendo, ya que sus ingresos no logran seguir el ritmo de la inflación y el aumento de la canasta básica. Incluso los empleados formales enfrentan condiciones laborales precarias, sin aportes jubilatorios, lo que agrava la situación.
El Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA) y el Instituto de Estadística y Censos de la Ciudad de Buenos Aires también han registrado cifras alarmantes. La UCA estimó una pobreza del 54,6% y una indigencia del 19,8% para el primer trimestre de 2024. En la Ciudad de Buenos Aires, la pobreza alcanzó al 35,1%, y la indigencia al 15,3%.
A pesar de las ayudas sociales, la pobreza infantil sigue siendo una preocupación principal. El 69,7% de los menores de 14 años viven en hogares pobres, y el 30% en indigencia. Estos datos reflejan una crisis estructural que afecta profundamente a las futuras generaciones del país.
Es evidente que las políticas económicas actuales bajo la gestión de Javier Milei no están logrando revertir esta tendencia. La combinación de devaluación, inflación y ajuste ha generado un panorama desolador para millones de argentinos. Es urgente que el gobierno revise sus estrategias y busque soluciones efectivas para aliviar la situación de los más vulnerables y garantizar un futuro más prometedor para todos.
