El gobernador Axel Kicillof anunció que vuelven las clases presenciales en el área metropolitana desde el miércoles que viene, porque bajó el promedio de contagio diario en esos distritos. Además, compró y envió a todos los establecimientos medidos de dióxido de carbono, para saber si hay concentración de virus en suspensión en las aulas.
De acuerdo con el informe del Gobierno provincial, los nuevos parámetros epidemiológicos determinaron que el conglomerado de municipios del gran Buenos Aires registra 401 casos cada cien mil habitantes, lo que posibilita el retorno a la presencialidad escolar, que se habilita con menos de 500 casos cada 100 mil habitantes.
En términos del sistema de fases, los distritos que siguen en fase 2, tal es el caso de Bragado, continúan con clases virtuales, mientras que los que están en fase tres o cuatro podrán reabrir las aulas. Hoy, además de los del Conurbano, pasaron a fase 3 Coronel Dorrego, General Villegas y Saliquelló, todos del interior. Mientras que bajaron de 3 a 2 Adolfo González Chávez, Villa Gesell y Colón. Así, quedan con clases virtuales 74 distritos, todos en fase 2.
Sin embargo, esa presencialidad se realizará de acuerdo con los protocolos que se habían establecido al inicio del ciclo escolar hasta que debió ser suspendido y pasar su totalidad a la modalidad virtual por la llegada de la segunda ola del coronavirus.
Asimismo, el regreso a las aulas estará marcado por la “gradualidad” y también por la continuidad de cuidados, ya que “la pandemia no terminó” sino que solo mejoró la curva de contagios que había llegado a crecimientos exponenciales en meses anteriores.
Kicillof destacó que la vuelta a clases contará con la presencia de medidores de dióxido de carbono en 33 mil establecimientos educativos para medir si en el aire puede haber elementos de contagio y regular la ventilación de los ambientes, teniendo en cuenta que se trata de meses de bajas temperaturas que requieren calefacción.
Además, anunció la implementación de un Plan de Vigilancia Epidemiológica en las Escuelas, a través de testeos aleatorios, que servirán como muestra de la situación epidemiológica en las instituciones educativas.
“Tenemos que cuidar la presencialidad. No se terminó la pandemia ni mucho menos. Hay que seguir trabajando con los protocolos, en los cuidados y las restricciones. Los casos están lejos de llegar a los niveles deseables. Es muy fácil decir ‘quiero tal cosa’ y no respetar los cuidados y que circule el virus. Necesitamos cuidar lo que logramos”, dijo el gobernador.
Kicillof aseguró que Buenos Aires cumplirá lo que establezca la extensión del DNU que aún se espera conocer.
En cuanto al comienzo de clases a partir de la semana próxima, aclaró que si bien los alumnos regresarán a partir del miércoles a las escuelas, desde el lunes lo harán las autoridades, docentes y personal auxiliar para realizar todos los preparativos.
Kicillof dijo no interesarle “convertir la escolaridad en una disputa política sino trabajar siempre con indicadores epidemiológicos y cuidando la salud de los bonaerenses”.
El protocolo establece que cada escuela de acuerdo con la infraestructura y espacio de las aulas con las que cuenta, diseña un sistema de rotación presencial semanal de sus alumnos.
El Plan Jurisdiccional para el Regreso Seguro a Clases Presenciales establece también pautas para la organización institucional de las escuelas para posibilitar el distanciamiento social, la adecuada circulación de aire, la limpieza y desinfección de los establecimientos y la higiene personal.
Por ello, los modelos de organización escolar y pedagógica se implementan considerando el espacio que dispone cada establecimiento educativo para respetar el distanciamiento social obligatorio.
Entre las pautas generales de cuidado, se encuentran el uso obligatorio de tapabocas para estudiantes, docentes y auxiliares; la distancia social entre estudiantes y docentes, de al menos de un metro y medio entre estudiantes y de dos metros del docente en el aula, y de otros dos metros en espacios comunes.
También contempla la higiene frecuente de manos (al menos cada 90 minutos), el control de temperatura al ingreso del establecimiento (máximo 37,4º C), la ventilación de los ambientes (al menos cada 90 minutos) y el mantenimiento de las puertas y ventanas siempre abiertas.
La organización de los ingresos y egresos de las escuelas se realiza en horarios escalonados que eviten la concentración de personas, como pautar 15 minutos de diferencia entre los horarios de salida y entrada de los grupos de estudiantes. (DIB)