ABSA invadió el espacion público sin autorización. Los vecinos exigen agua potable y obras reales.
En Bragado, la instalación de tanques comunitarios de agua en 50 puntos de la ciudad por parte de ABSA provocó una ola de indignación entre los vecinos, quienes calificaron la medida como una falta de respeto y un retroceso. Ante la creciente presión, el intendente Sergio Barenghi ordenó el retiro inmediato de los tanques, considerando la acción como insuficiente y fuera de lugar.
La empresa implementó la medida sin aviso previo ni coordinación con las autoridades locales, lo que agravó la percepción de improvisación y desprecio hacia los usuarios. Corina Delettieres, referente del reclamo colectivo por agua potable, expresó: “Esto es una involución. Advertí hace meses que la colocación de tanques sería un fracaso de la dirigencia local y un intento de esquivar el fallo judicial que obliga a ABSA a proveer agua potable”.
Delettieres recordó que la Justicia exige que ABSA suministre 200 litros de agua potable por usuario en bidones, mientras se realizan las obras necesarias, como la construcción de una planta de ósmosis inversa. “Los tanques comunitarios no son una solución. No podemos tratar a la población como si estuviéramos en la prehistoria, esperando en fila para obtener agua”, agregó.
El retiro inmediato de los tanques, ordenado por el intendente, fue bien recibido, pero los vecinos insisten en que la verdadera solución está en exigir a ABSA el cumplimiento de las obras. “La empresa debe garantizar agua de calidad para todos, no con paliativos sino con inversiones reales. Seguiremos insistiendo hasta que se cumpla el fallo judicial”, enfatizó Delettieres.
La situación en Bragado refleja una crisis prolongada: el agua sigue siendo no apta para consumo humano, los servicios son deficientes y la respuesta de la empresa no está a la altura de las necesidades de los usuarios. El retiro de los tanques marca un paso, pero el reclamo vecinal continúa firme en busca de soluciones definitivas.