La situación en Acerbrag sigue siendo tensa y complicada. Hace 13 días, la empresa anunció la inminente desvinculación de 80 operarios y la reestructuración de sus turnos de trabajo, justificando la medida en la falta de ventas debido a la situación económica actual.
Esta decisión, tomada en medio de un desacuerdo con la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) y en desacato a la resolución del Ministerio de Trabajo que protegía ciertos derechos laborales, ha generado un creciente clima de incertidumbre y malestar entre los empleados.
A pesar de la gravedad de la situación, no ha habido reuniones entre autoridades del ejecutivo local y los directivos de Acerbrag para buscar una solución. Este vacío de diálogo ha dejado a los trabajadores en un estado de indefensión, ya que tampoco se han emitido declaraciones públicas por parte de la empresa sobre el futuro de los empleados afectados. En este contexto, se ha sabido que 13 operarios han optado por acogerse a los retiros voluntarios, una medida que refleja la desesperación y el descontento dentro de la plantilla.
El Conflicto y sus Repercusiones
El conflicto comenzó con el anuncio de Acerbrag de un nuevo esquema de turnos, que reduciría la operación de cuatro a tres turnos diarios en casi toda su planta, exceptuando la de alambre. Este cambio fue visto como un ataque directo a los derechos laborales, ya que la empresa decidió ignorar un fallo del Ministerio de Trabajo que dictaminaba un derecho adquirido del 22% para los trabajadores que operan en cuatro turnos.
La UOM ha intentado negociar con la empresa, pero las conversaciones han fracasado hasta el momento, dejando a los trabajadores en una situación cada vez más precaria.
El hermetismo de la empresa, que no ha emitido declaraciones públicas ni ofrecido explicaciones, ha generado un malestar creciente entre los empleados y la comunidad local. Mientras tanto, Acerbrag continúa con sus planes de reducción de personal, avanzando con un total de 13 retiros voluntarios ya confirmados.